Por Jaime Pastor para blogs.publico.es
Terminó un juicio lleno de irregularidades que han sido denunciadas por el International Trial Watch, pero también por organizaciones como la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía en su declaración del pasado 4 de junio, con un significativo apoyo de profesionales de distintos ámbitos y colectivos sociales 1/. Estamos ahora a la espera de conocer la sentencia de un tribunal cuya independencia ha estado bajo sospecha desde el principio, especialmente en lo que se refiere a su presidente, Manuel Marchena.
De las dos semanas con las que ha concluido el juicio al procés serán muchas las lecturas que se harán estos días, influidas sin duda la mayoría de ellas por las distintas tomas de partido que quienes escriben han podido mantener en torno a esta Causa 20907/2017. Con todo, no han faltado algunas valoraciones desde el ámbito jurídico e incluso periodístico que han llegado a reconocer la falta de base de las acusaciones procedentes de la Fiscalía y la Abogacía del Estado (por no hablar de las extremas de Vox) para pedir las altísimas penas de los delitos de rebelión, sedición o malversación contra la mayoría de quienes llevan ya casi dos años de injusta prisión preventiva por su participación en las jornadas que transcurrieron desde el 6 y 7 de septiembre hasta el 27 de octubre y, principalmente, entre el 20 de septiembre y el 3 de octubre de 2017 en Catalunya.