En nuestra ciudad sigue ocupando lugar importante la celebración-conmemoración de la batalla de las Navas de Tolosa, porque el monasterio de las Huelgas conserva el pendón real de Castilla que presidió en 1212 esa batalla “victoria” para las huestes cristianas y Al-Ycab (“desastre”) para las tropas musulmanas.
En el inicio de los años 50, fue la dictadura franquista la que instituyó la conmemoración y no es extraño: el régimen del “una-grande-libre” afirmaba con efemérides como esa su rancia españolidad al tiempo que encubría represión sangrienta, hambre y el abrazo estadounidense a cambio de la cesión de bases militares … un modelo de servidumbre colonial y precisamente nada “patriótico”.
La batalla de las Navas de Tolosa ha venido siendo uno de los grandes eslabones de la historiografía oficial construida sobre llamada Reconquista, ese valor conservador que tanto cultiva la derecha española (y españolista), vociferado por Aznar y hoy día, un ariete xenófobo en manos de Vox.
Y es que la ideología penetra en las conciencias usando toda suerte de vaselinas y si la aplicación es además continuada (en este caso más de 60 años) facilita que se acorchen las entendederas y sirva para roto y descosido…macerando el pensamiento crítico y envolviendo el resultado con el celofán de “la fiesta”.
Desde el Colectivo Anticapitalista de Burgos no rechazamos la fiesta, porque en una sociedad alienante que masacra cotidianamente el derecho a la felicidad, la fiesta es la válvula de escape del oprimido y tenemos todo el derecho a ella; pero exploramos los entresijos de fiestas que inoculan –en pequeñas dosis, venenos y adormideras…en este caso, el veneno de la xenofobia de la mano de la llamada Reconquista.
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