Desde nuestro Colectivo queremos compartir contigo nuestro análisis y propuesta de cara a las elecciones generales del domingo:
El Estado y el Capital no se someten a votación
Es cierto que poder elegir periódicamente a las personas que se sientan en el Parlamento es preferible a vivir bajo una dictadura, pero estas elecciones, supuestamente democráticas, están condicionadas desde su origen. Ni el Estado (monarquía, fuerzas policiales y militares, cúpula judicial y altos cargos de la Administración) ni el Capital (grandes fortunas, grandes empresas y banca) y su programa encubierto, se someten a elección democrática. No se someten a votación popular los desahucios, la especulación inmobiliaria, la burbuja del alquiler, es decir, la vulneración sistemática del derecho a la vivienda; tampoco las reformas laborales regresivas, el cierre de empresas con beneficios, la privatización de empresas públicas como las eléctricas, o de servicios públicos como el HUBU (lo es en su gestión); ni, por supuesto, la monarquía o el derecho de autodeterminación de las naciones del Estado Español.