Por Miquel P.
Estos días se está produciendo uno de
los hitos mas importantes de la historia de la democracia española,
pero no nos equivoquemos: no se está juzgando a una serie de presos
políticos y dirigentes del procés catalán; se está juzgando a un
pueblo que desea decidir sobre su futuro, a un pueblo que por decenas
de miles luchó durante unas jornadas decisivas, a un pueblo que por
la fuerza de la movilización y la desobediencia pasiva se impuso a
miles de agentes del estado armados y violentos. Pero también se
está poniendo en la balanza política algo quizás importante
quizás; las tragaderas de la izquierda española para consentir sin
rechistar que se enjuicien y encarcelen las ideas democráticas que
representan los presos políticos indepes catalanes.
Esto es Burgos...
Pero no nos engañemos; esto es Burgos;
no es Bilbao ni Madrid, ejemplos de lugares donde (sin idealizarlos,
ojo) las ideas políticas fluyen, se expanden y encuentran espacios
propicios para construir alternativas o al menos mostrar bloques de
oposición a tanto desatino político que emana del poder central.
Nuestra ciudad fue uno de los pocos
lugares donde se produjeron manifestaciones de masas en los años 30
contra el Estatut Catalán, uno de esos sitios donde Franco solo tuvo
que llegar y saludar para hacerse con su control, una ciudad donde
los caciques enseñorean sobre sus dominios , donde apenas hay
oposición política digna de tal nombre y donde el sectarismo entre
las organizaciones lleva al aislamiento y a la imposibilidad de
victorias.
y encima hay elecciones...
ya para mas inri llega un nuevo periodo
electoral (aunque parece que vivamos en uno eterno), por lo que si
antes, salvo algunas excepciones como una concejala “imaginativa”
o pequeñísimos sectores de la izquierda radical mostrando su
solidaridad con los presos, Burgos era un terreno árido para la
solidaridad internacionalista, la llegada de la época del
buenrollismo hará imposible del todo tal opción; los partidos de
izquierda seguirán con sus discursos “vendibles” y no se saldrán
del tiesto.
Catalunya no es un objeto fácil de
comprar para la izquierda local; eso de que a los catalanes les de
por desobedecer leyes y enfrentarse (pacificamente eso si) a la
policía y la guardia civil, que quieran ¡irse de España! y dejarla
por lo visto huérfana de pa amb tomàquet, es
mas de lo que pueden soportar muchos y muchas para los que eso de
enfrentarse al “Régimen del 78” no era mas que una parte de los
discursos de los días de fiesta, no algo que llevar a cabo, algo así
como cantar La Internacional los 1os de Mayo.
No nos engañemos,
insisto; no se está juzgando a unos/presos políticos; se está
juzgando nuestra capacidad de que nos apaleen, nos detengan ,nos
multen, nos impidan pensar, nos encorseten en un régimen político
caduco...y nos mantengamos callados. Y mientras la extrema derecha
entra con fuerza repartiendo estopa a diestro y siniestro, cargándose
el status quo de lo politicamente correcto y triunfando por el
camino, la izquierda mayoritaria timorata seguiremos recitando a
Bretch en eso de “primero vinieron a por los comunistas...” sin
entender que ya hemos llegado al final del poema...
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