La irrupción de IMAGINA en los últimos comicios municipales de Burgos causó estupor y malestar en el medio conservador de la ciudad. Por el contrario generó alegría y esperanza entre la población progresista.
Cuatro años después y en vísperas de la nueva convocatoria de mayo, las renuncias a repetir legislatura por parte de Antea Izquierdo y Eva de Ara son calificadas por diversos analistas y aficionados a la estrategia como “desgaste”. Así el Diario de Burgos habla de un desgaste que quieren proyectar sobre una candidatura municipalista aunque ésta recientemente presentó públicamente su renovada voluntad de repetir apuesta electoral apoyándose en la sociedad organizada y en los organizaciones que lo integran; IU, Equo, Pcas-Tierra Comunera, Eirene y el Colectivo Anticapitalista. Es esa voluntad la que temen.
El asunto tiene a nuestro entender dos vertientes:
La primera, expresa el descontento de la derecha burgalesa (y no solo de ella) ante una candidatura como IMAGINA que removió las tranquilas aguas de la vida política municipal al uso: un partido hegemónico (PP) y una oposición respetuosa (PSOE) junto a otras presencias testimoniales.
Todo parecía determinado a desarrollarse sin sobresaltos, rutinariamente, volcando éxitos y disgustos en ruedas de prensa periódicas y sin mayores interferencias en la vida institucional.
La distorsión de ese calmoso statu quo por la presencia de IMAGINA, ha sido difícil de encajar por los habituales al viejo tran-tran ya conocido. Y la contestación -airada y pública- a las políticas de derecha difundidas por IMAGINA han resultado de muy molesta digestión. Por ello, todo lo que sea a día de hoy abundar en el descrédito de su municipalismo apunta a minar futuros resultados de una oposición tan inesperada como molesta.
En segundo lugar, las renuncias a repetir cargo de dos de las concejalas de IMAGINA constituye una novedad en los hábitos de una clase política acostumbrada a llegar para quedarse, quedarse para hacer de la política su profesión, el trabajo del que se vive y cuantos más años, mejor.
De modo que las renuncias que expresan otra vocación, la de dejar paso a otra gente, la de renovar la cara pública de la candidatura y apoyarla desde enclaves internos (de elaboración, de asesoría) o bien “volver al activismo en la sociedad”…Simplemente descolocan. No son costumbre en la forma tradicional de entender “la política”, a pesar de que son –estamos seguros de ello- el germen de la POLITICA DEL SIGLO XXI. (Que le vamos a hacer…algunos van con retraso, a veces con tanto que amenazan con coaliciones regresivas que indudablemente, les pasarán factura).
En fin, de acuerdo con el viejo dicho del país, recomendamos aquello de “¡ante todo, mucha calma”! Porque todo fluye y todo está obligado a renovarse o a pudrirse. Y aunque los efectos tarden en evidenciarse…quienes se atan a rutinas y al día de hoy, a cadáveres políticos, se pudren junto a ellos
No hay comentarios:
Publicar un comentario