Por Acacio Puig
A mediados de diciembre la periodista E. Campillo levantaba acta en el Norte de Castilla de la brecha entre subida de precios y la ridícula revalorización de pensiones establecida desde 2014. Retomando los datos del INE, el IPC subió un 1.7 en noviembre en tanto que la revalorización de las pensiones se ciñó al 0.25 decretado.
E. C. trasladando los datos a la Comunidad de Castilla y León concluye que la desvinculación de IPC y actualización de pensiones supondrá en 2018, que el conjunto de pensionistas de C y L recibirá 122. 8 millones de euros menos en el curso del año y subraya su preocupación por esos dineros que “dejan de seguir su ciclo en la economía regional a través del consumo”.
Mucho más preocupante, entiendo, es que la congelación en el 0.25 agrava el empobrecimiento de la mayoría de pensionistas receptores de pensión contributiva (la situación de los receptores de PNC es simplemente de miseria negra). Considerando además que la ingeniería estadística de los “grandes números-grandes medias” maquilla la auténtica pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, es decir que son los índices referidos a alimentación, vivienda, transporte, medicina y productos energéticos, carburantes y combustibles los que afectan de verdad a los pensionistas. En tanto que buena parte del resto de los listados como integrantes factores IPC (alcohol, vestido, comunicaciones, ocio, enseñanza, hoteles…) afectan en mínima parte a los gastos de lxs mayores, de modo que solo sirven como artificiales reductores aritméticos del IPC sobre aquello que realmente nos afecta.
En el conjunto del reino de España y según los registros dependientes del Ministerio de Empleo, en enero de 2017 se contabilizaba un total de 8.602.601 pensionistas “contributivos”. Siendo la progresión aproximada de un millón más de pensionistas cada 10 años, se superarían los 9,5 en 2027 y se podría llegar a la cifra de 10 millones en 2030 y la conclusión del gobierno Rajoy sobre el asunto es que será ¡imposible! pagar las pensiones en 2030…Un ¡que viene el lobo! muy útil para revisar a la baja el modelo, activar la alarma social y con ella los planes de pensiones privados y achantar a lxs mayores con un nuevo “no se puede, ¡NO SE PUEDE! ”. (Lo siniestro de semejante “política realista” impuesta por la derecha es la contrapartida de la exclusión juvenil mediante la emigración obligada y la creación de trabajo precario -en índices muy por encima de la media europea- y el consiguiente colapso de ingresos-cuotas del trabajo en las arcas de la Seguridad Social. Efectivamente así…”Not Future! Never Mind the Bollocks!”... Y también aquí encontramos otra rotunda confirmación de la INVIABILIDAD del reino de España, un auténtico estado fallido en occidente).
Y es que la ingeniería estadística es maleable como el chicle. Si consideramos que más de dos millones de pensionistas cobran mensualmente del orden de 600 euros, que cuatro millones y medio perciben mensualidades por debajo de los mil euros, las cifras de los supuesto disloques generosos del estado en pensiones, se ajustarían algo más a la realidad. Máxime si añadimos el rol de
pensionistas como refugio familiar de desfavorecidxs que subsisten a la sombra de la pensión de lxs abuelxs. Y si completamos la negra panorámica con el medio millón –en 2016- de receptores de Pensiones No Contributivas (PNC) que cobran la friolera de ¡¡¡14 pagas de 368.90 euros!!!…reiteramos: Not Future! La otra Cara de la Luna la componen las pensiones de los ex ministros y las de una clase política que según el informe elaborado por el bufete Larrauri & Martí Abogados desvela que “muchos miembros de nuestra clase política pueden compatibilizar en algunos casos hasta tres pensiones y cobrar la pensión máxima con tan solo con haber cotizado entre 7 y 11 años, mientras los demás trabajadores deben haberlo hecho durante 35 años”.
Paliar la catástrofe.
Decimos paliar porque este caos tiene difícil arreglo…Las soluciones exigirían construir otra política que empiece a pensar seriamente en las expropiaciones y nacionalizaciones bajo control de trabajadorxs y usuarixs, en el cierre de Paraísos Fiscales, en una radical reforma fiscal y en la supresión de privilegios de la clase política, que sigue siendo fundamentalmente “casta” vocera de los dictados de Capital.
Paliar (entendemos, hacer más viable el sistema público de pensiones) requiere al menos:
1.-Romper con las decisiones de los Pactos de Toledo y la cláusula de financiar las pensiones “exclusivamente” a través de las cotizaciones de lxs trabajadorxs,
2.-Derogar las sucesivas “reformas” que han laminado el sistema de pensiones y la ampliación de años de cómputo para obtener el 100% de base de cotización,
3.-Sincronizar de nuevo el IPC y subida del “congelado” -0.25- índice de pensiones.
4.-Equiparar las PNC (Pensiones No Contributivas) al salario mínimo interprofesional.
5.-Crear empleo y no estadísticas, que camuflan la precariedad.
Y si no les salen los números… ¡QUE SE VAYAN!
Gracias queridxs compañerxs por la difusión.
ResponderEliminarEfectivamente con esta gentuza Not Future! y habrá que unir esfuerzos para echarlos de una puñetera vez.
Sobre todo , miran tanto atrás -es decir al neofranquismo. que M.Rajoy se sigue equivocando... y nos felicita el próximo año ¡2016!
Dentro de poco (si no le sacamos del pesebre) nos felicitaría con un ¡Feliz 1939! que es lo propio de gente de su raleay sus compadres de C's.
Salud y Afinidad (y Amistad siempre, que es el sustrato de lo dicho)
Parece claro que la cuestión de las pensiones podría ser el hilo conductor de una reactivación de las luchas si sindicatos y partidos se plantearan realmente comenzar a revertir los recortes.
EliminarPues creo que sí. Sobre todo porque precariedad de mayores y de jóvenes conforman las dos puntas de una soga que el trabajo tiene ya bien atada al pescuezo.
EliminarFalta incluir en sindicatos y partidos la labor posible y necesaria de representantes en instituciones con vocación alternativa...Nos hace falta desobediencia civil, mucha desobediencia civil desratizar nuestras organizaciones de burócratas y tomar la iniciativa. ¿No os parece?