domingo, 6 de enero de 2019

Jardín Botánico Alfonso XIII ó la ultraderecha que nunca se fue

Por Acacio Puig


En el otoño del año 2001 se inauguró, en terrenos de la Universidad Complutense de Madrid, el Real Jardín Botánico Alfonso XIII, provocación política y globo sonda bajo responsabilidad de José María Aznar (Presidente del Gobierno, PP) José María Álvarez del Manzano (Alcalde de Madrid, PP) y Rafael Puyol (Rector de la UCM, políticamente “centrista”).


Un año antes habían tenido lugar las exhumaciones en Priaranza del Bierzo (León) y con ellas y el nacimiento de la ARMH, el impulso del combate por la verdad histórica y el rescate de la memoria de los represaliados por la dictadura franquista. Sin embargo, con el bautizo borbónico del nuevo Jardín Botánico, la derecha levantaba un lugar de memoria ultraderechista por su nominación, abofeteaba en lo simbólico las exhumaciones leonesas y digamos que -colateralmente- reavivaba un casposo Ya hemos pasao… el chotis con que la Gámez se granjeó popularidad entre militares y bandas criminales falangistas en 1939, tras la caída de Madrid.

Alfonso XIII inició su reinado cubierto con manto regeneracionista: el pensamiento de Joaquín Costa “maquillaba” entonces el estilo de la gente importante como en nuestros días ocurre con “las nuevas formas de hacer política. El monarca muy pronto se implicó hasta los ojos en la guerra de Marruecos y la represión de la Semana Trágica y con siniestros calificativos como “la carne de gallina es barata”, gustó aludir a las carnicerías sufridas por los soldados durante el Desastre de Annual, adquiriendo año tras año, la talla de un monarca despreciable.

Alfonso XIII avaló la dictadura de Primo de Rivera, repartió generosas prebendas a los poderosos, otorgando 379 títulos nobiliarios y 83 de Grande de España y al ser derrotado en las elecciones municipales de 1931 por las candidaturas republicanas, partió a un lujoso exilio financiado por sus cuentas en el paraíso fiscal suizo. Pero Alfonso XIII nunca dejó de conspirar contra la legalidad republicana, tempranamente, junto a Mussolini y en 1936, apoyando a los alzados ya que como gustaba decir era “el primer falangista de España”.


¿Como justificar que en 2001 y por el mero hecho de que bajo su reinado –en 1927- se hubieran iniciado las obras de la Ciudad Universitaria, el nombre de Alfonso XIII brillase en el campus?
No creo que hubiera más explicación que el afán de provocar y subrayar linaje ultraconservador propio de una derechona que había logrado mayoría absoluta en las elecciones del 2000 y colocado en la presidencia del gobierno a Aznar (antaño joven falangista, vocacional peregrino los 20-N al Valle de los Caídos). Un afán de provocar (y “reconquistar”) en línea con el ascenso de Bush-junior a la presidencia de EEUU y sus significativas intrusiones militaristas en política internacional a las que el Partido Popular se sumaría embargado de “ardor guerrero”.


De modo que pasito a pasito, la historia contemporánea de España revela un continuismo con el viejo régimen desde la exculpación de sus crímenes
mediante la Ley de Amnistía, la Constitución monárquica, patriarcal y centralista, las prebendas a Fundaciones reaccionarias –la F. Franco ó la División Azul… Además, las sucesivas contrarreformas laborales, los escándalos de corrupción permanente, el recurso autoritario a la Ley Mordaza y al 155 y las privatizaciones y políticas xenófobas, facilitan las componendas entre las fracciones políticas de una derechona en la que el ascenso de Vox no es precisamente sorprendente.

Porque….aunque cambios ciertamente los ha habido desde 1975, la ultraderecha genéticamente franquista ha venido lavando y peinándose el pelo de la dehesa pero hay que subrayar que nunca-nunca se fue… (Aunque el llamado centro izquierda constitucionalista, desde González y Zapatero, hiciera lo imposible por “disimular” su enquistada presencia).


(El jardín botánico Alfonso XIII está situado en la Avenida. Complutense s/n, Metro Ciudad Universitaria. Madrid)

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